Una de nuestras propuestas de valor como compañía es incrementar la rentabilidad de los #ProductoresParaElFuturo, logrando un punto óptimo de inversión que genere mayores rendimientos. Cada una de nuestras soluciones nutricionales busca desarrollar cultivos más eficientes y responsables con el medio ambiente y, además, contribuir con la seguridad alimentaria de América Latina.
El uso de fertilizantes a base de nitratos es el primer paso para alcanzar una buena rentabilidad. En primer lugar, evitan procesos como la volatilización –que ocurre más comúnmente al aplicar productos como la urea-, determinada por factores como la temperatura o la cantidad de residuos en el suelo. En segundo lugar, los nitratos alcanzan niveles entre el 80% y el 90% de absorción de nutrientes por parte de la planta.
En Yara trabajamos desde cuatro componentes para realizar dicha nutrición: la dosis, el momento, el método de aplicación y la fuente de nutrientes correctos (principio de las 4Rs en Inglés). Estos factores permiten a los productores encontrar un balance adecuado entre la protección ambiental y la rentabilidad económica, obteniendo mayores beneficios.
La forma en la que se aplican las soluciones nutricionales está directamente relacionada con los resultados que se esperan, los cuales pueden ser de carácter operativo y económico. Dentro de los operativos se encuentra el tiempo de aplicación superficial: en el caso de la familia de productos YaraMila® mejora hasta 7 veces más frente a la aplicación de mezclas físicas, pues las últimas suelen variar en densidad y tamaño del gránulo, lo cual hace que la cantidad de nutrientes que llega a los cultivos sea menor.
Por otro lado, la densidad y el peso son un claro ejemplo de las ventajas operativas, pues a mayor densidad se generan mejores resultados. La aplicación de urea suele ser menos homogénea, ya que sus gránulos se vuelan en condiciones de vientos, generando una aplicación dispersa y alterando el coeficiente de variación del cultivo (CV).
Este coeficiente es un valor fundamental al momento de medir la productividad económica de los fertilizantes, pues indica la calidad de distribución del fertilizante en los cultivos; a mayor CV, mayor irregularidad en la distribución de las soluciones dentro de la parcela. Algunos estudios evidencian que un coeficiente de variación del 10% representa pérdidas bajas de rendimiento; cuando es del 20% las pérdidas pueden ser catalogadas como considerables y una variación superior al 34 % ya se considera como pérdida mayor.
En conclusión, todos los procesos relacionados con la aplicación de fertilizantes minerales tienen impacto en la rentabilidad de los cultivos, por eso nuestras soluciones logran menores costos dada la reducción de gastos operativos y un ahorro de tiempo. En Yara trabajamos por generar mayores beneficios operativos, productivos y ambientales que contribuyan al crecimiento económico de los #ProductoresParaElFuturo.